17 de febrero de 2012

Fiestas infantiles.

Una de las cosas que le deberían de avisar a una en el momento en que se entera que va a ser madre no tendría que ser nada sobre cremas, alimentación, cuidados del niño ni demases chamuyos similares. Lo que deberían de advertir es referente a los cumpleaños infantiles.
La última vez que pisé un cumpleaños infantil fué a los 12, cuando un primito segundo cumplía unos... 2 añitos. Juegos, diversión clásica, comida por doquier, el payasito, la bolsita, música infantil y después cada uno a su casa.
Bueno señores, sepan disculpar a esta Periférica de 21 años, pero definitivamente, las cosas han cambiado.
La primera diferencia radical reside en la música. Antes los hits, las canciones que no podían faltar en un cumpleaños, eran Balá, Xuxa y más en el tiempo, Piñón Fijo o Floricienta. Ahora los capomasters son Daddy Yankee y los ya popularizados Wachiturros. No hay un solo cumpleaños infantil al que no haya ido y en el que no haya sonado "Tirate un paso", incluído en el de mi propio hijo. Es lo que quieren las masas, que le vamos a hacer.
La segunda diferencia que tiene como consecuencia a la música, es la vestimenta. Mi mamá cada vez que iba a una fiestita, tenía que comprarme vestidito, zapatito y moñito o vinchita nuevos. Hoy las pequeñas van vestidas como mini Culisueltas en potencia. Y los varones como turritos, incluído el cabello y la gorrita. Infaltables.
También las actividades cambiaron mucho. En mis cumpleaños JAMÁS tuve ningún animador o payasito, jugabamos nosotros con nuestra imaginación, correteando por mi patio que era enorme. Pero hoy, es casi indispensable tener una de dos: a alguien que te anime la fiesta. No sólo por comodidad de los niños que se mantienen entretenidos, sino para comodidad de los grandes. O, en su defecto, un pelotero.
Por ahí cuando voy  a los cumpleaños de hoy para llevarlo a mi Crio, me agarra un cacho de nostalgia. Creo que los cumpleaños hoy, ya no están echos para chicos, sino para el disfrute de los grandes y allí radica el gran error. Capaz que si les volvemos a dar fiestitas llenas de inocencia como hace 20 años, cuando reventar la piñata era algo sagrado, no tengan la necesidad de pasarse 1 hora perreando mientras cantan "Pegadito a la pared".



 

4 comentarios:

Unknown dijo...

Lo peor de todo es que dentro de 20 años las fiestas infantiles van a ser casi orgías con caramelos!

Abrazo!
http://paradoenelabismo.blogspot.com

Dissors dijo...

Jaja, me acuerdo patente cuando lo vi en cuanto cabrón bolá.
Sabes que? Me hackearon, sabes que? Este es mi nuevo blog.
El viejo no circula ma!
http://ladissors.blogspot.com
Te espero gata(?)

Periférica dijo...

@Pablix: Ojalá entonces haya alguien que reparta condones como caramelos (?

@Ness: ¡Qué bajon loco! Ahora entiendo porque no actualizabas mas. De una, ya me paso, ya ya ya (?

¡Gracias por pasar!

Co dijo...

Dios Mío!!!!! Que horror esas fiestitas de ahora. Me consuela pensar que no son todas así. A las únicas que voy ultimamente son a las de mi primito que tiene 9 y en lo único que piensan es en jugar fútbol. Como madre, me muero de un ataque cardíacso si veo que mi hija/o baila asi con sus amiguitos.

Espero que para que cuando tenga los míos las cosas sean diferentes!